Es un pequeño país rodeado de verdes campos y alegres flores. En él vivían todas las letras y en el país vecino vivían los gigantes.
Un día, llegó al País de las Letras, un señor bajito y muy simpático, cubierto por un sombrero y con unas gafas que le daban cierto aire de sabio.
Paseó por las calles de éste país y se dió cuenta de que todos tenían cuerpos diferentes y también hablaban de forma distinta. Pero, cuando iban varios juntos y hablaban se oían palabras como las que se decían en el país del Señor Estudioso.
Pensó que si dibujaba sus cuerpos y aprendía cómo hablaban podría escribir muchas historias para los niñ@s.
Se dirigió al Palacio de los Reyes para que le dieran permiso y poder llevar a cabo su proyecto. Sus majestados aceptaron encantados y así fue cómo hizo famosos a los habitantes de éste país y sus aventuras, que iremos conociendo poco a poco.
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